La versión argentina del Jeep Willys fue lanzada en 1956 por IKA, gracias a los lazos que unían a la empresa argentina con la norteamericana Kaiser, que había sido adquirida hace poco por Jeep. En 1959 se alcanza un acuerdo con Renault para producir bajo licencia automóviles de dicha marca. Al año siguiente ésta se transforma en el socio mayoritario de la sociedad pasando a llamarse IKA-Renault. Finalmente en 1975, Renault adquiere el resto del paquete accionario y se constituye Renault Argentina S.A. Para 1977, dejan de fabricarse los jeeps en Argentina, llegando al final de 21 años de producción de variados modelos.

Línea de montaje del Jeep en las Industrias Kaiser Argentina

En el año de lanzamiento se fabricarían mas de 2.000 unidades, mientras que al año siguiente la cifra se elevaría a 7.000 vehículos. Estos datos teniendo en cuenta al Jeep convencional y a su modelo pickup de carga hasta 500kg.

El Jeep Pick-up fue lanzado antes de la Estanciera y tenía capacidad de carga de hasta 1/2 tonelada

En los primeros momentos, el Jeep era el verdadero «petiso de los mandados», como enfatizaba la promoción de ese momento. Aunque por la escasez de autos de pasajeros, el Jeep y como su prima la Estanciera, fueron llamados a servir como automóviles, dotándo al Jeep, de carrocerías metálicas, de fiberglass, etc., llegando a crearse una industria en torno a este rubro.

Fue equipado con el motor Continental de Kaiser de 4 cilindros y 2480cm3. Provisto de tracción trasera y doble tracción, con sus 1100kg podía lograr una velocidad máxima de 130km/h, con una aceleración de 0 a 100km/h en casi 28 segundos.

Respecto a la conducción no es un vehículo diseñado para andar en ruta, por lo menos en ruta lisa y veloz. Su perfecto campo de acción es otro tipo de suelo, tierra o muchos pozos, trabajo rudo en general. Los vientos laterales influyen de manera importante, lo mismo que los pozos o desniveles suaves tomados ligero. En estos casos el Jeep se desvía y volverlo a su lugar inmediatamente es una operación que requiere cierta delicadeza. Por otra parte, el vehículo no responde inmediatamente al cambio de dirección de las ruedas impuesto por el conductor.

Nota: Autonostalgía
Fuentes:
Argentina, Archivo General de la Nación, Departamento Documentos Fotográficos
Revista 
Parabrisas, Número 66, Junio de 1966