Este mes se cumplen 50 años de la llegada del Citroën 3CV a la Argentina. En 1969 la marca francesa presentó su modelo más característico: el 3CV, hermano del 2CV pero con mejoras mecánicas.
Con el 2CV Citroen se instalaba en el país unos años antes.
El 2CV fue concebido en Europa, como un auto económico tanto en su fabricación, como mantenimiento. De la misma manera el 3CV llegó a la Argentina apuntando a un público joven, como primer auto, pero también como una opción económica para la familia o el trabajo. Ganaba a su competidor, el Fiat 600, en espacio, su motor delantero refrigerado por aire y su techo de lona que podía abrirse parcial o totalmente.
Junto con el 3CV aparecieron: el Ami 8 (con la misma plataforma pero con carrocería de cinco puertas más evolucionada y confortable), la furgoneta AK 400 y el aventurero veraniego Mehari, con su cuerpo de fibra de vidrio y un techo de lona “quitaypon” que se convirtió en el favorito de los aficionados a la playa y a las vacaciones en la costa atlántica.
El primer 3CV llegó, al igual que el 2CV, con puertas delanteras de apertura opuesta al sentido de marcha (llamadas “suicidas”), aunque fueron reemplazadas por puertas de apertura normal al año siguiente de su lanzamiento. Tal vez lo mas característico de ese vehículo son sus faros delanteros fuera de la carrocería, lo que lo hacen parecer un vehículo fuera de su época y le dan una simpatía especial. Venía equipado con ventanillas plegables y palanca al tablero. La rana alcanza una máxima de 120km/h, aunque en distancias largas no es recomendable pasarla de 90km/h. El consumo es excelente solo 6 litros cada 100km a 100km/h. Acelera de 0 a 100km/h en 51s.
Debido a las políticas de aquellos años Citroën decide cerrar su planta argentina el 31 de diciembre de 1979, cesa toda actividad dejando, tras sus 19 años de existencia, un total de 223.442 vehículos producidos.
La Rana fue un vehículo muy querido por el público argentino, Quino lo eligió como el auto de la familia de Mafalda en sus tiras cómicas. Por este cariño del público argentino, Eduardo Sal Lari fundó la marca IES y compró la matricería y la línea de producción del 3CV para continuar fabricando, con supervisión de la filial francesa. Así el IES logró sobrevivir hasta la crisis de los ´90s, con sus renovaciones el famoso 3CV que fueron sus modelos: América y Súper América, similar al 3CV con faros cuadrados; y con una producción limitada el Mehari y con la pickup Gringa, un modelo diseñado integramente en el país construido con fibra de vidrio.
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Nota: Autonostalgía
Fuentes:
Citroën Argentina
www.diariodeepoca.com
Revista Corsa Nro 337 de 1972